“Como las cosas humanas no sean eternas, yendo siempre en declinación de sus principios hasta llegar a su último fin, especialmente las vidas de los hombres y como la de don Quijote no tuviese privilegio del cielo para detener el curso de la suya, llegó su fin y acabamiento cuando él menos lo pensaba”

Miguel de Cervantes. "Don Quijote de la Mancha".



lunes, 19 de diciembre de 2016

Si...



Si…

Si puedes mantener en su lugar tu cabeza cuando todos a tu alrededor 
han perdido la suya y te culpan de ello;
Si crees en ti mismo cuando todo el mundo duda de ti, 
pero también dejas lugar a sus dudas;
Si puedes esperar y no cansarte de la espera,
o si, siendo engañado, no respondes con engaños, 
o si, siendo odiado, no te domina el odio,
y aun así no pareces demasiado bueno o demasiado sabio;

Si puedes soñar y no hacer de los sueños tu amo; 
Si puedes pensar y no hacer de tus pensamientos tu único objetivo; 
Si puedes conocer al triunfo y la derrota
y tratar de la misma manera a esos dos impostores; 
Si puedes soportar oír toda la verdad que has dicho
tergiversada por malhechores para engañar a los necios, 
o ver cómo se rompe todo lo que has creado en tu vida, 
y agacharte para reconstruirlo con herramientas maltrechas;

Si puedes amontonar todo lo que has ganado 
y arriesgarlo todo a un sólo lanzamiento, 
y perderlo, y empezar de nuevo desde el principio 
y no decir ni una palabra sobre tu pérdida;
Si puedes forzar tu corazón y tus nervios y tus tendones 
para seguir adelante mucho después de haberlos perdido, 
y resistir cuando no haya nada en ti 
salvo la voluntad que te dice: "Resiste";

Si puedes hablar a las masas y conservar tu virtud,
o caminar junto a reyes, y no distanciarte de los demás; 
Si ni amigos ni enemigos pueden herirte;
Si todos cuentan contigo, pero ninguno demasiado;
Si puedes llenar el inexorable minuto 
con sesenta segundos que valieron la pena recorrer,
tuya es la Tierra y todo lo que hay en ella,
y —lo que es más— ¡serás un Hombre, hijo mío! 


Rudyard Kipling, 1895.