“Como las cosas humanas no sean eternas, yendo siempre en declinación de sus principios hasta llegar a su último fin, especialmente las vidas de los hombres y como la de don Quijote no tuviese privilegio del cielo para detener el curso de la suya, llegó su fin y acabamiento cuando él menos lo pensaba”

Miguel de Cervantes. "Don Quijote de la Mancha".



lunes, 25 de abril de 2016

La cebolla más grande del mundo


Hace exactamente 30 años de aquella madrugada del 26 de abril de 1986. La noche fatídica en la que el reactor número 4 de la central nuclear ucraniana de Chernobyl explotó por lo aires expulsando a la atmósfera una nube radioactiva que recorrió medio mundo y dejo Europa contaminada (un informe británico asegura que un 40% del suelo de la Unión Europea presenta aún hoy altas dosis de contaminación radiactiva).

30 años después el incandescente amasijo radiactivo en que se convirtió el reactor nuclear sigue activo y coleando. Débilmente protegido por el primer sarcófago que se construyó precipitadamente, éste se encuentra dañado en su estructura de hormigón y con varias reparaciones, por lo que ya se ultima la construcción del segundo sarcófago; la segunda de las cúpulas que cubrirán la central nuclear de Chernobyl en lo que se perfila para los siglos venideros como la construcción de la cebolla más grande del mundo.

Bielorrusia fue el país vecino más afectado por aquella nube radiactiva, y se llevó lo peor de la catástrofe de Chernóbil. El 70% de la lluvia radioactiva que produjo el accidente de 1986 se extendió a casi una cuarta parte del territorio bielorruso, contaminó el 20% de las tierras agrícolas, el 23% de los bosques y afectó a unos 2,2 millones de habitantes (500.000 de ellos niños), según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

En este momento Bielorrusia está construyendo su primera central nuclear, que tendrá dos unidades generadoras de energía con una capacidad de hasta 2.400 MW, a unos 15 kilómetros de la frontera con Lituania. El director del Organismo Internacional de la Energía Atómica, (OIEA), Yukiya Amano, visitó el lugar en el que se edifica la nueva planta de energía de esta antigua república soviética, para expresar su apoyo al proyecto.

¡Si es que nos pasa poco!




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