“Como las cosas humanas no sean eternas, yendo siempre en declinación de sus principios hasta llegar a su último fin, especialmente las vidas de los hombres y como la de don Quijote no tuviese privilegio del cielo para detener el curso de la suya, llegó su fin y acabamiento cuando él menos lo pensaba”

Miguel de Cervantes. "Don Quijote de la Mancha".



viernes, 27 de enero de 2012

George Soros y el devenir del colapso




El gurú de las finanzas George Soros presagió en 2007 "el fin de la civilización occidental". Nos decía que “el calentamiento global, la amenaza nuclear, la crisis de los recursos y la guerra contra el terror son peligros que indican que existe una fuerte probabilidad de que la civilización occidental se dirige a su fin. Vamos hacia la colisión y la única pregunta por responder es cuánto falta para que se produzca" apuntaba.

George Soros -hoy considerado por muchos un filántropo por su labor social- no renunciaba a hacer del mundo un mejor lugar. "He llegado a pensar –decía– que puedo influir en el curso de los acontecimientos porque reúno tres cualidades: creo que tengo cierta comprensión de la Historia, poseo firmes creencias éticas y he ganado mucho dinero".

El pasado mes de diciembre declaró que “el sistema financiero mundial no solo no está funcionando, sino que se encuentra al borde del colapso y está en un proceso de desintegración y autodestrucción”.

Y esta semana, George Soros en una entrevista concedida al periódico estadounidense Newsweek, sentenció que “el mundo se está enfrentando a una época del mal y Europa está cayendo al precipicio de caos y del conflicto total”. Expresó su apoyo a los indignados compartiendo su desilusión con el sistema capitalista occidental que está fracasando, aunque negando que los esté financiando. Pronosticó el crecimiento del movimiento gracias a sus metas universales: pone de manifiesto los problemas que los partidos de izquierda han pasado por alto durante los últimos 25 años.

El pronóstico de George Soros es negativo no solo para Estados Unidos, país del que él tiene la ciudadanía, sino para todo el mundo, especialmente para el continente europeo. En su opinión, la situación en el mundo es similar a la Gran Depresión de los años 30 del pasado siglo y en el peor de los casos existe la posibilidad del colapso total de la economía mundial que puede “llegar en un momento inesperado, como el fin del régimen Soviético”.

Para los que no conocen este buen hombre, decirles que el Sr. Soros, aprovechando que la Bolsa, Los Mercados y la madre que los parió son un gran casino lleno de adictos al dinero y a las apuestas (especuladores les llaman ahora) llegó a vender más de 10.000 millones de libras esterlinas (sí, ha leído bien) y forzó la devaluación de la moneda en aquel miércoles negro del 16 de septiembre de 1992, en el que ganó 1.000 millones de dólares en un solo día (sí, ha leído bien). Para ello, mientras fraguaba la operación, anunció públicamente que la libra perdería valor, una legión de inversores le emuló y, efectivamente, la moneda británica se hundió. El Banco de Inglaterra gastó hasta 50.000 millones de dólares en los mercados de divisas para defender la libra sin éxito.

Ciertamente, personas como George Soros son las que más han contribuido a hacer de este mundo lo que hoy es. ¿Serán personas como él las que hagan de este mundo un mejor lugar?. Y un mejor lugar, ¿para quién?.

Juzguen ustedes mismos.

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