El gurú de las finanzas George Soros
presagió en 2007 "el fin de la civilización occidental". Nos decía
que “el calentamiento global, la amenaza nuclear, la crisis de los recursos y
la guerra contra el terror son peligros que indican que existe una fuerte
probabilidad de que la civilización occidental se dirige a su fin. Vamos hacia
la colisión y la única pregunta por responder es cuánto falta para que se
produzca" apuntaba.
George Soros -hoy considerado por muchos un
filántropo por su labor social- no renunciaba a hacer del
mundo un mejor lugar. "He llegado a pensar –decía– que puedo
influir en el curso de los acontecimientos porque reúno tres cualidades: creo
que tengo cierta comprensión de la Historia, poseo firmes creencias éticas y he
ganado mucho dinero".
El pasado mes de diciembre declaró que
“el sistema financiero mundial no solo no está funcionando, sino que se encuentra al borde del colapso y está en un proceso de desintegración y
autodestrucción”.
Y esta semana, George Soros en una
entrevista concedida al periódico estadounidense Newsweek, sentenció que “el
mundo se está enfrentando a una época del mal y Europa está cayendo al
precipicio de caos y del conflicto total”. Expresó su apoyo a los indignados
compartiendo su desilusión con el sistema capitalista occidental que está
fracasando, aunque negando que los esté financiando. Pronosticó el crecimiento
del movimiento gracias a sus metas universales: pone de manifiesto los
problemas que los partidos de izquierda han pasado por alto durante los últimos
25 años.
El pronóstico de George Soros es
negativo no solo para Estados Unidos, país del que él tiene la ciudadanía, sino para todo el mundo, especialmente para el continente europeo. En su
opinión, la situación en el mundo es similar a la Gran Depresión de los años 30
del pasado siglo y en el peor de los casos existe la posibilidad del colapso
total de la economía mundial que puede “llegar en un momento inesperado, como
el fin del régimen Soviético”.
Para los que no conocen este buen
hombre, decirles que el Sr. Soros, aprovechando que la Bolsa, Los Mercados y la
madre que los parió son un gran casino lleno de adictos al dinero y a las
apuestas (especuladores les llaman ahora) llegó a vender más de 10.000 millones
de libras esterlinas (sí, ha leído bien) y forzó la devaluación de la moneda en
aquel miércoles negro del 16 de septiembre de 1992, en el que ganó 1.000
millones de dólares en un solo día (sí, ha leído bien). Para ello, mientras
fraguaba la operación, anunció públicamente que la libra perdería valor, una
legión de inversores le emuló y, efectivamente, la moneda británica se hundió. El
Banco de Inglaterra gastó hasta 50.000 millones de dólares en los mercados de
divisas para defender la libra sin éxito.
Ciertamente, personas como George
Soros son las que más han contribuido a hacer de este mundo lo que hoy es. ¿Serán
personas como él las que hagan de este mundo un mejor lugar?. Y un mejor lugar,
¿para quién?.
Juzguen ustedes mismos.
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