“Como las cosas humanas no sean eternas, yendo siempre en declinación de sus principios hasta llegar a su último fin, especialmente las vidas de los hombres y como la de don Quijote no tuviese privilegio del cielo para detener el curso de la suya, llegó su fin y acabamiento cuando él menos lo pensaba”

Miguel de Cervantes. "Don Quijote de la Mancha".



martes, 10 de enero de 2012

Despilfarro: el escándalo global de la comida


El Libro "Despilfarro: el escándalo global de la comida" denuncia que la mitad de nuestra comida acaba en la basura. Escrito por Tristram Stuart, (publicado por Alianza Editorial e Intermón Oxfam y traducido por María Hernández), describe el escándalo de un sistema alimentario global en el que una gran parte de los alimentos que se producen y se adquieren acaban en el basurero.
Así, Europa y EE.UU. se abastecen del doble de alimentos que serían necesarios para cubrir generosamente las necesidades de sus poblaciones (si se incluye la alimentación de los animales comidos, llega al triple), con lo cual una parte muy considerable de estos alimentos terminar siendo desechada, antes de que nadie se los coma. En concreto, el autor calcula que despilfarramos casi la mitad de lo que consumimos.
Las causas son tan diversas como incomprensibles, desde los malos hábitos de la persona consumidora hasta las prácticas irresponsables de los comercializadores, pasando por normativas públicas altamente discutibles. ¿Qué ocurre, por ejemplo, cuando cargamos nuestros carros de la compra con el doble de yogures de los que necesitamos, simplemente porque existe una oferta 2x1 (provocada a su vez por una caducidad cercana)? ¿Es lícito que la compañía Marks & Spencer exija a sus proveedores tirar cuatro rebanadas de cada pan de molde para evitar los bordes? ¿Por qué Japón permite alimentar a sus cerdos con alimentos desechados por los humanos y la U.E. no? ¿Sabía usted que los pesqueros europeos desechan entre un 40 y un 60 por ciento de la pesca debido al tamaño de los peces, a las prácticas predatorias y a las cuotas que rigen los caladeros?
En el caso de los países pobres, donde se concentran los cerca de mil millones de personas que hoy pasan hambre, el desperdicio de alimentos está entre el 30 y el 40 por ciento de todo lo que se produce. A diferencia del mundo desarrollado, en este caso buena parte del problema está en la ausencia de infraestructuras básicas para conservar los alimentos. Mozambique, por ejemplo, pierde cada año más de un tercio de sus cosechas por la escasez de graneros que las protejan de las lluvias o de los insectos.
Las consecuencias de esta insensatez son algo más que morales. De acuerdo con los datos del libro, la presión sobre la tierra cultivable contribuye de manera determinante al exceso de emisiones de CO2. De hecho, si plantásemos árboles en la tierra dedicada actualmente a la producción desechada, podríamos compensar la totalidad de los gases de efecto invernadero provocados por el hombre. 
Si los consumidores, los políticos y las empresas introdujeran sencillos cambios, se podría reducir radicalmente un despilfarro vergonzoso donde más de un tercio de la comida en los países ricos acaba en la basura, mientras casi mil millones de personas están malnutridas. La comida es un recurso global esencial y reducir su despilfarro puede tener consecuencias positivas, tanto individualmente, como para la economía y la ecología del mundo.
Pero supongo que por encima de todo están los intereses creados. ¡Qué se le va a hacer!

No hay comentarios:

Publicar un comentario