“Como las cosas humanas no sean eternas, yendo siempre en declinación de sus principios hasta llegar a su último fin, especialmente las vidas de los hombres y como la de don Quijote no tuviese privilegio del cielo para detener el curso de la suya, llegó su fin y acabamiento cuando él menos lo pensaba”

Miguel de Cervantes. "Don Quijote de la Mancha".



miércoles, 21 de diciembre de 2011

DURBAN: Otra Cumbre del Clima que da la risa



Durban, Suráfrica. Primeros días de diciembre de 2011. Concluye la enésima Cumbre de la ONU sobre Cambio Climático. 12 días. 120 países. 15000 delegados. 25 millones de dólares. Demasiado gasto y demasiados ineptos juntos en un mismo lugar, para una "cumbre" (esto sí que es "Un 8000") en la que nos vuelve a dar la risa.

EE.UU. y China (que me da un miedo....), los dos países que más contaminan del mundo, tienen bloqueado el futuro del Protocolo de Kioto. Es decir, quieren seguir contaminando a todo trapo y en favor de sus economías.

No son conscientes de que serán sus economías (las nuestras y las de todo dios) lo que primero se resentirá cuando el tan citado cambio climático entre en vigor. Pregúntele a países costeros como Holanda o a los compuestos por islas, dónde y cómo van a acabar.

Canadá también se retira de los compromisos, y da un paso atrás: - "Si EE.UU. y China pasan de todo, ¿qué mierda hago yo aquí exponiéndome a sanciones millonarias por el incumplimiento de objetivos "incumplibles"?

¿Sabe usted cual era el "incumplible objetivo" que se fijó en el Protocolo de Kioto para 2012? ¿Cree que era eliminar de la faz de la tierra y no volver a emitir ningún gas? Pues no. Simplemente reducir las emisiones de seis gases de efecto invernadero (Dióxido de Carbono, Metano, Óxido Nitroso y tres gases industriales fluorados) en un porcentaje aproximado de al menos un 5%, dentro del periodo que va desde el año 2008 al 2012. A oído bien, un puñetero 5 %.

I-N-C-U-M-P-L-I-B-L-E.


Quizás en vez imponer sanciones por no alcanzar los objetivos, deberíamos dar incentivos por alcanzarlos. En vez de una multa de 1000 millones por echar mucha caca por el culo, un premio de 2000 millones para el guapo que cague rosas.

La cita de Durban echa el cierre sin esperanza alguna. Con un "En 2020 ya veremos...". Espero que la historia, si es que queda, ponga a cada cual en su sitio.

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